Afrontar una reforma en la vivienda supone un gran esfuerzo de planificación. Una de las tareas a organizar es cumplir con todos los trámites administrativos pendientes, con el objetivo de no dilatar la obra o evitar que se encarezca el presupuesto. Los permisos que se necesitan varían en función de la reforma y de los elementos que se vean afectados.
El tipo de permiso o licencia de obras a solicitar depende del ayuntamiento. Cada consistorio requerirá un tipo de permiso según el tipo de obra y cada permiso supondrá una cantidad de documentación y un precio distinto. Los costes dependen de cada municipio, aunque no existen grandes variaciones.
Reformas de acabados:
Cosas como pintar un piso, cambiar el suelo o los alicatados son obras que solo afectan a los acabados de la vivienda. De modo que los permisos que suelen tener que pedirse son solo de carácter informativo, es decir, comunicados de obra.
Reformas que modifican la distribución
Este tipo de reformas implica pasar de dos a tres dormitorios, o cambiar el baño o cocina del lugar. En general, cualquier obra que modifique la distribución anterior y que, por lo tanto, requiera volver a hacer una Cédula de Habitabilidad, deberá obtener la aprobación del ayuntamiento mediante una licencia de obras menor. El arquitecto o decorador deberá tener en cuenta el cumplimiento del Código Técnico de la Edificación (CTE).
Reformas que afectan a un elemento estructural
Se entiende por elemento estructural cualquier pilar, viga, pared maestra, suelo, techo (forjado), cubierta, etc. Este tipo de reformas requieren necesariamente de un arquitecto para su realización. Para estas reformas, los ayuntamientos suelen pedir licencias de obra mayor. Puesto que los elementos estructurales pertenecen a la comunidad de propietarios, deberemos pedirme permiso a ésta.
Reformas que afectan a un elemento comunitario
Los elementos comunitarios son fachadas (abrir una ventana nueva o modificar su tamaño), los elementos estructurales, terrazas, balcones, patios, las paredes que lindan con el vestíbulo (cambiar de lugar la puerta de entrada) o cualquier instalación (bajantes, ventilaciones de las campanas extractoras, etc…). Para este tipo de obra, los ayuntamientos suelen pedir licencias de obra mayor.
Reformas que aumentan la superficie inicial
Si queremos aumentar la superficie construida de nuestra vivienda haciendo un cerramiento en la terraza o patio, deberemos tener en cuenta lo que nos permite la normativa urbanística vigente. En estos casos, lo habitual es que sea necesario solicitar una licencia de obra mayor.
Reformas que implican un cambio de uso de local a vivienda
La normativa urbanística indica los usos que puede tener una parcela (entre muchas otras cosas). Además, en el caso de las viviendas, también se indica qué densidad puede haber, esto es, cuántos pisos puede haber en una misma parcela. Por eso, para poder hacer un cambio de uso de local a vivienda se deberá solicitar una licencia de obra mayor.
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