A muchos vendedores particulares les ha entrado prisa por vender sus viviendas antes de final de año. Una necesidad de vender justificada en la reforma fiscal que entrará en vigor el próximo 1 de enero encareciendo los tributos que agravan a la venta de inmuebles y que se traduce en importantes rebajas en pisos ya de por sí rebajados tras más de seis años de ajuste del mercado y, por tanto en una buena oportunidad para quienes estén pensando en comprar.
Hace unos días, el Servicio de Estudios del BBVA avisaba de que los cambios en la fiscalidad de la vivienda que va a introducir el Gobierno podrían alterar la evolución de los precios del mercado de la vivienda de segunda mano.
La rebaja media anual que acumulan los inmuebles de este portal hasta el mes de noviembre es del 15%. Un porcentaje de descuento que comenzó con rebajas medias del 13% en enero y que se aceleró a partir de septiembre con un 17,4% para llegar hasta el 18% en noviembre, último mes dle que hay datos.
Otro dato significativo es el porcentaje de viviendas con descuentos por encima del 20% sobre el precio de venta original. Si la media del año indica que el 29% del total de viviendas anunciadas ha experimentado rebajas del 20% o más, en el mes de noviembre este porcentaje se elevó 10 puntos hasta el 39%. Un dato que vendría a corroborar el rally bajista en el que han entrado los vendedores con intención de cerrar operaciones antes de que la reforma fiscal penalice seriamente el beneficio de la venta.
Y es que desde el primer día de 2015, todos los propietarios que vendan una vivienda tendrán que tributar por la plusvalía (la diferencia entre el precio que pagó por ella y el precio por el que la transmite) sin que, como hasta ahora, se pase el filtro de la corección por inflación. Desde el próximo 1 de enero, esta acatualización del valor del dinero desaparece, lo que se traducirá en un importante incremento tributario, especialmente para los que compraran su casa después de 1994. Por ejemplo, si un contribuyente vende en lo que queda de 2014 un piso por 160.000 euros que compró en 2001 por 132.000 euros no pagará nada en el IRPF. Sin embargo, si lo vende a partir de 2015 deberá pagar 6.040 euros.
Además, los propietarios de casas adquiridas antes de 1995 que las trasmitan tendrán una carga impositiva a partir de los 400.000 euros de ingresos por estas operaciones, después de que el gobierno haya suprimido los coeficientes de abatimiento. El vendedor de uno o varios inmuebles se beneficiará sólo de los actuales coeficientes de abatimiento en cantidades hasta esos 400.000 euros, como si fuera un bonus.
Quedan exentos de este aumento de la presión fiscal los vendedores de más de 65 años que destinen la ganancia a rentas vitalicias con un límite de 240.000 euros y en un plazo de seis meses. En estos momentos, todos los vendedores de casas compradas antes de 1995, sin excepción, se benefician tanto de los coeficientes de abatimiento como de los de corrección monetaria por la inflación.
Fuente: el mundo
