La cocina abierta es una tendencia que crece constantemente desde la época en que el arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright la impusiera en los años 50. Esta opción para ampliar el espacio de nuestra zona de preparación de alimentos pude brindarnos grandes utilidades, pero también tiene sus inconvenientes. Antes de decidirnos por este estilo decorativo, CasaToc nos muestra los pros y contras de esta opción.
Ventajas de abrir la cocina al salón
– Ganar luz en la cocina
En la mayoría de los casos, la cocina suele ser un espacio interior, generalmente abierta a un patio de luces. Incluso si es exterior el hecho de querer aprovechar el máximo espacio para la colocación de armarios de cocina, hace que las ventanas sean pocas y/o de dimensiones reducidas.
El salón en cambio es la estancia principal de la casa o piso y por lo tanto suele diseñarse de tal manera que tenga la mayor cantidad de luz natural. Abriendo la cocina al salón permitimos que esa luz llegue hasta la cocina, haciéndola más agradable y ahorrando consumo de luz.
– Poder interactuar mientras se cocina
Poder hablar con tu pareja, vigilar cómo juegan los niños o simplemente escuchar la música desde la minicadena del salón o ver la televisión mientras se cocina, hasta poder charlar con los invitados mientras acabamos de preparar la cena.
La comunicación entre los dos espacios, nos permite además interactuar con el resto de la familia mientras realizamos las tareas de la comida.
– Ganar amplitud visual
La cocina puede ser un lugar luminoso, pero puede ser pequeña. A veces tenemos que estar muchas horas dentro de ella, así que el hecho de tener más perspectiva a través del salón hará sin duda esa estancia mucho más agradable.
Inconvenientes de abrir la cocina al salón
– Ruidos
Los inconvenientes provienen de la transmisión de elementos propios y característicos de un espacio a otro, en este caso de un lugar ruidoso a otro tranquilo, de la cocina al salón.
– Olores
Por mucho que pongamos una buena campana extractora los olores de la cocina llegarán al salón. Hay que tener eso presente y no debe representar un problema a la hora de elegir una cocina abierta al salón.
– Orden
Todos somos ordenados menos cuando no nos apetece porque estamos cansados, porque hemos hecho una cena y preferimos dejarlo para mañana o simplemente porque no somos ordenados. El problema de las cocinas abiertas es que requieren una cierta disciplina o bien que no te importe ver cierto desorden. En cualquier caso es otro factor importante a tener en cuenta.
Por eso debemos evaluar cuidadosamente qué utilidad vamos a darle a la cocina y la sala, para poder decidir acertadamente si nos conviene o no una cocina abierta.