Llegaron las vacaciones, no solo de sol y playa, sino también de vuelta «al pueblo», esos de los que hablaba el anuncio de Aquarius y que creemos olvidados. Las verbenas, las fiestas populares y la posibilidad de dejar a los niños corriendo a sus anchas por las calles también son un clásico de esta época.

El turismo rural está experimentando un importante crecimiento durante los últimos años, la naturaleza y la tranquilidad que envuelve a estos parajes recupera para muchos el recuerdo del ayer y para otros tantos el deseo de algo que siempre anhelaron. De modo que estos pueblos de interior y montaña vuelven a transformarse en destinos populares donde muchos desean olvidar el ajetreo y descansar durante unos días alejados del bullicio de las calles, playas y turistas.

Por otro lado, desde CasaToc como siempre queremos ayudarte a sacar la máxima rentabilidad de tus bienes, así que hemos pensado cómo podríamos aprovechar tanto la época como el tirón del turismo rural para sacarle partido a esa casa del pueblo que heredaste por casualidad y que permanece deshabitada la mayor parte del año.

¿Cómo podemos convertir una propiedad en un alojamiento turístico rural?

Existen una serie de requisitos que debemos tomar en cuenta a la hora de abrir una casa rural. Por supuesto previamente deberán tomarse en cuenta aquellas cuestiones legales referidas a la puesta en marcha de un negocio.

En primer lugar si queremos saber si nuestra propiedad puede ser considerada como alojamiento rural, debemos consultar todas las exigencias contenidas en las normativas autonómicas, aquí se abarcan todos aquellos aspectos relacionados con los diferentes tipos de propiedad y hospedaje. Según el Instituto de Desarrollo Comunitario estos son algunos de los que podrían tomarse en cuenta:

• La casa debe estar aislada o ubicarse en una localidad con una población inferior a 1500 habitantes.
• El propietario debe residir en la misma vivienda en el caso del alquiler de habitaciones, y en el mismo pueblo si se alquila una residencia. En ocasiones se exige una arquitectura tradicional y una antigüedad mínima de 10 años.
• Hay un número máximo autorizado de 15 camas
• Agua potable, electricidad y calefacción tanto en las habitaciones como en las partes de la vivienda cuyo uso esté destinado a los huéspedes.
• Servicios higiénicos, y de limpieza.
• Teléfono.
• Botiquín de primeros auxilios.
• En el caso de las habitaciones dobles deberán contar con un mínimo de 12 m2, mientras que las individuales serán de 9m2.
• Se exige ventilación exterior en las habitaciones.
• Mobiliario mínimo, que queda especificado en la normativa, todo ello en buen estado de conservación y uso.

Por otro lado, desde CasaToc te recomendamos consultar previamente la legislación correspondiente a aquella comunidad autónoma en la cual quede ubicada la propiedad a fin de analizar todos los detalles específicos y los requisitos añadidos conforme a la localidad.